¿POR QUÉ ODIO D20?: Crónica de un matrimonio fallido
Unas aclaraciones antes de que alguien en Devir contrate a un sicario para darme matarile. Primero: No odio d20; lo que pasa es que es un sistema que no me gusta y me condiciona enormemente a la hora de jugar. Segundo: Soy el feliz poseedor de todos los libros de Reinos Olvidados Ed.3.5 porque la considero una ambientación de fantasía medieval sobresaliente; y no lo veo como una contradicción. Si algo merece la pena, no le negaré sus méritos. Y ahora que ya me he ganado el caramelito, vamos a entrar en el tema.
Todo juego de Rol posee aspectos determinantes para captar la atención de los jugadores. A veces basta con leer determinados capítulos de ambientación para sentir la inspiración y querer dirigir o jugar partidas de un juego determinado, y si además el sistema de juego te parece bueno, el círculo se cierra, como dirían en El Rey León.
Sin embargo, en ocasiones, ocurre algo muy desagradable. Alguna parte concreta de la ambientación no acaba de ser lo que uno espera, algunos detalles no motivan lo suficiente o, directamente, el rolero de turno prefiere olvidar algunas cosas sobre el universo y la ambientación del juego simplemente porque no le gustan. Como ejemplos, no es extraño que se lleguen a olvidar a los apestosos Ewoks, la existencia de Jar Jar Binks sea un rumor, los patéticos Hobbits hayan sido exterminados por Sauron o los Malkavians estén todos encerrados en un manicomio bronceándose al sol...
Estas son licencias que todo máster puede permitirse, y es que no todo lo que un juego de Rol ofrece debe ser considerado un dogma de Fe.
Con el sistema de juego ocurre tres cuartos de lo mismo. Quizá, respetado lector, creas que a ti no te pasa; pero una simple reflexión demostrará que aquí nadie está libre de pecado. La tendencia de los jugadores de Rol a adaptar el sistema de juego a su medida, hacer modificaciones, simplificar reglas (o ignorarlas) y dotar de mayor sencillez las tiradas de maniobra o las tablas de modificadores no es más que un reflejo de algo obvio: el sistema de cualquier juego difícilmente se puede aplicar al 100% y no suele gustar completamente a todos los jugadores. Cada uno lo hace suyo y lo modifica a su gusto, cambiando aquí y allá, resumiendo reglas, etc.
¿Qué ocurre cuando la parte que no gusta de un sistema o una ambientación supone un obstáculo insalvable o supera con creces lo que sí gusta? Pues que el juego en cuestión tiene los días contados. En esos casos en los que máster y jugadores optarían por variar un elevado porcentaje del trasfondo ambiental del juego, hasta el punto de despersonalizarlo completamente; o simplemente les da dolor de cabeza cada vez que deben enfrentarse a los recovecos y problemas que genera el sistema de juego, se van creando los cimientos sobre los que se colocará la catapulta infernal que va a mandar el juego de Rol al carajo.
A mi me ha pasado eso con d20. Y no es el único; también con el sistema de Rolemaster. Ambos sistemas me han generado tal cantidad de problemas y se han alejado tanto de lo que yo quiero, que directamente se han convertido en motivo para condenar al olvido los juegos que los utilizan como motor. Probablemente un fan letal de uno de esos sistemas estaría dispuesto a defenderlo a ultranza y se mostraría indignado ante las afirmaciones que estoy soltando; pero para eso existen los colores y los gustos personales de cada uno.
Centrándonos en d20, que eso anuncia el título de esta entrada, y usándolo como ejemplo de lo que quiero expresar sin dejarme llevar por la acritud y sin afán de no ir más allá de la simple reflexión; os expongo qué consecuencias ha tenido en mi caso la desavenencia entre jugador y sistema de juego.
Juegos movidos con sistema d20 y variantes afines, como todo el coleccionable basado en la licencia abierta (OGL para los amigos), adolecen de ciertos defectos de fondo basados en el diseño estadístico del sistema de juego que provocan un elevado componente de azar en cualquier tirada y, por ende, una maniobra, sea de combate, física o pasiva, no depende tanto del mérito del personaje sino del resultado del dado, y eso se maximiza muchísimo cuando el personaje es de bajo nivel y sus habilidades no están demasiado desarrolladas. Eso no me gusta, ya que el papel de las habilidades del PJ queda en un segundo término, y justamente le resta mérito a la esencia de las cualidades del personaje y su profesión, dejando su destino en manos de la suerte, como si el juego de Rol pudiera ser un símil vitaminado de la Oca o el Parchís.
Ese problema no es exclusivo de d20; es extensible a cualquier juego cuyo sistema de juego que se base en la tirada de un único dado; sea d20 (D&D, Conan, Star Wars d20, Mignight, Fading Suns, Pendragón,...), d10 (Cyberpunk, Unisystem de Wirchcraft o Zombie All Flesh Must Be Eaten, Ars Magica,...) o d100 (Rolemaster, Anima, BRP de RuneQuest, Stormbringer, La Llamada de Cthulhu,...) y se debe a la distribución lineal y equidistante de los resultados que, por probabilidad, se pueden obtener en una tirada de un único dado. En una próxima entrada del blog me comprometo a realizar un análisis más a fondo de los entresijos de los sistemas de juego, mencionando los rasgos estadísticos de los mismos, para que os deis cuenta de lo que os digo y no creáis que a éste viejo rolero que os habla se le ha escurrido por el desagüe el poco seso que alguna vez tuvo.
Bien, vamos al grano. La cuestión es que el sistema de juego, por mucho o poco protagonismo que se le quiera dar, acaba siendo una herramienta imprescindible; refleja numéricamente el realismo del juego (la pericia en un campo de habilidad, el enfrentamiento, el papel del azar, etc), está íntimamente ligado con la progresión del PJ (la experiencia se suele invertir en mejorar las estadísticas del personaje) y es el puente que existe entre la narración e interpretación del personaje y su interacción con el mundo imaginario en el que se enmarca la trama.
En mi caso particular (y en el de mi grupo de juego), d20 ha resultado un sistema con unos rasgos que no han terminado de calar lo bastante hondo. Tanto es así, que ante las lagunas, debilidades y complejidades excesivas que presenta; resultó que para adaptarlo a nuestro gusto y estilo, deberíamos haber hecho tantos cambios en tantos apartados, que más que jugar con un d20, podríamos haber lanzado un guijarro de río e inventarnos el resultado. Es decir, si por mi fuese, cambiaría tantas cosas al sistema de juego que dejaría de ser d20; se descompensaría por completo y perdería su entidad. Vulgarmente, a eso le llamo “machacar el sistema”. Y cuando un juego de Rol es susceptible de tal grado de destrozo, acaba siendo injugable por todos los problemas que implica para jugadores y máster. Llegados a ese punto, lo que suele pasar es que el juego queda denostado, olvidado en un rincón sombrío y polvoriento y su mera mención es motivo de resoplidos, santiguación y de la aparición de las antorchas y la pira inquisitorial.
A día de hoy, y tras haber jugado y conocido muy bien el sistema d100 de Rolemaster, me ha ocurrido exactamente eso. Sus contras superan los pros, y a pesar de todo el pasado que me une a ese sistema, no me planteo regresar a él ni por casualidad.
A día de hoy, y tras haber jugado y conocido muy bien el sistema d100 de Rolemaster, me ha ocurrido exactamente eso. Sus contras superan los pros, y a pesar de todo el pasado que me une a ese sistema, no me planteo regresar a él ni por casualidad.
¿Y por qué he titulado esta entrada haciendo referencia estrictamente a d20 si los motivos que expongo se pueden hacer extensibles a otros sistemas?
Si un sistema de juego no resulta del agrado de jugadores y máster, y eso es motivo para decantarse por otros juegos que cumplan mejor las expectativas olvidando al problemático, tampoco es tan trágico. Pero d20 tiene una peculiaridad que otros juegos, sean más buenos o más malos, no tienen. Y esa peculiaridad se la podemos agradecer a la mente brillantísima descendiente de un troll de ciénaga que quiso convertir, allá en los Estados Unidos y luego en todo el mundo, al sistema d20 del D&D en un sistema universal con la dichosa licencia abierta.
Hace unos 11 años, cuando D&D andaba por la tercera edición, Wizards of the Coast otorgó una licencia a su sistema de juego como Documento de Referencia del Sistema o SRD, permitiendo que terceros publicaran material con SRD y derivar productos bajo la marca d20 System. Esta licencia abierta (Open Game License u OGL) atrajo a grupos editoriales, a los que se llamó movimiento open gaming, a publicar juegos de Rol como churros con distintas ambientaciones pero que tenían en común el mismo sistema de juego. Cualquier pelacañas podía crear, editar y publicar su jueguecito de Rol sin necesidad de devanarse los sesos creando y conjuntando sistema de juego y temática. Tanto es así, que al principio del d20 System, muchos juegos ni siquiera se molestaban en adaptar d20 a su contexto, sino que en la contraportada añadían una nota advirtiendo de que para usar el juego, eran necesarios los manuales del jugador y máster del D&D 3ª edición. La imaginación al poder....
La jugada de Wizards pretendía que el mercado del Rol publicara con sistema d20, y de ello se derivaran productos que repercutiesen en sus propios juegos, haciendo que otros les hicieran el trabajo creando módulos, suplementos o juegos que usaran la base del D&D; y así aumentar sus ventas. Al fin y al cabo, si d20 se convertía en un sistema genérico, el aficionado no tendría que esforzarse en adaptarse a otros sistemas de juego y todo le resultaría más fácil... o eso creyeron ellos.
¿Qué ocurrió? Pues que el mercado se saturó de juegos con sistema d20; ambientaciones paralelas a d20 que bebían de D&D y la afición se encontró con dos fenómenos que ningún sabio ciruela de Wizards había tenido en cuenta: Los detractores del sistema d20 de D&D que no eran clientes asiduos de la marca no se sumaron a las hordas de zombis que se lanzaron a comprar productos d20 de forma compulsiva; al fin y al cabo, si algo no te gusta, eso difícilmente va a cambiar. Y por otro lado, el propio éxito de la OGL fue la causa de su propio fracaso, ya que se publicó tantísimo material bajo el d20 System por parte de editoriales que no eran Wizards, que los potenciales compradores se dispersaron y la compañía vio como eran otros los que conseguían ventas y hacían negocio usando el sistema del D&D 3.0. Resultó que dónde ellos creían que unificar sistemas les beneficiaría, su creación les acabó asestando un traicionero golpe; naciendo proyectos como Pathfinder y docenas de ambientaciones mediáticas como Stargate, Battlestar Galáctica, Conan, Farscape, Babylon 5 o Star Wars que usaban d20 como sistema; incluso se publicaron perversiones de clásicos del Rol como Elric o La Llamada de Cthulhu con sus obligados sistemas d20.
En España, en menor grado, a la supuesta gallina de los huevos de oro le ocurrió algo parecido. Durante un periodo de tiempo demasiado largo, las estanterías de las librerías especializadas en Rol desprendieron tufillo a d20 System; y para los que ese sistema de juego no nos resultaba chispeante, si no queríamos sopa, tuvimos tres tazas. Pero mientras, además del clásico e incombustible D&D, nos encontramos con publicaciones que crecían como setas en otoño: Rokugan d20 (una copia vil de La Leyenda de los 5 Anillos), Star Wars d20, Conan d20, La Llamada de Cthulhu d20, Midnight d20, Juego de Tronos d20 (el intento fallido de adaptar Canción de Hielo y Fuego previa a su actual edición que por suerte nada tiene que ver con su antecesora), d20 Moderno, Redención d20 (añadía un apartado para ese sistema), Ojos Grandes Manga d20, Elric d20 (añadía un apartado para ese sistema), Reinos de Hierro d20, Sláine d20.... y seguramente me dejo más juegos en el tintero, como las adaptaciones y variaciones de d20 que se hicieron con el denostado HeroQuest (antiguo Rune Quest) o toda la línea de NSD20 (No solo d20 de la editorial Nosolorol) como El Reino de la Sombra y multitud de módulos autojugables basados en el sistema genérico mencionado.
Cuando titulé la entrada del blog “¿Por qué odio d20?”, no fue por ser un sistema de juego mejor o peor que otros. Su deficiencias, en mi caso, me hacen decantar por otros juegos con los que me llevo mejor; pero hubo un tiempo en el que gracias a aberraciones como la licencia abierta de Wizards, todo lo que se publicaba iba con d20. El mercado se había homogeneizado, y ambientaciones por las que siempre he suspirado, como el universo de Star Wars o el de Conan, acabaron publicadas con un sistema de juego similar y que me generaba alergia. Gracias a la maniobra mercantil y especuladora de los americanitos de turno y su d20, mi afición por lo juegos de Rol sufrió un serio revés, al encontrarme prácticamente sin opciones para diversificar temáticas roleras, a pesar de tener un mercado repleto de opciones que en realidad se escondían tras el mismo telón. Para mi, fue como estar de travesía por un desierto sin agua y sin oasis cercano.
d20 System: Un espacio abierto con múltiples opciones. Pero vayas dónde vayas, sol y arena. |
Afortunadamente, hoy en día eso ha cambiado un poco. Wizards lanzó su 4ª edición de D&D pero esta vez no llevaba licencia abierta asociada (parece que tomaron buena nota de errores pretéritos); y aunque es obvio que esta nueva publicación ha tenido su dosis de críticas y adolece de similares defectos de sistema que anteriores ediciones, ahí está. El decano de los juegos de Rol sigue en la brecha manteniendo ambientaciones que a mi entender son interesantísimas como Reinos Olvidados o Sol Oscuro. Todos los advenedizos que se montaron al carro del d20 System han ido cayendo en el olvido, y aunque siguen publicándose juegos basados en un motor de d20 (y que por muchos años sigan), ya no tenemos que sufrir la dictadura de los juegos clónicos; y por lo menos gozamos de más variedad. Justamente eso es lo que enriquece el mundo del Rol.
Por último, si tú, respetado lector, eres un acérrimo defensor de d20 y estás en absoluto desacuerdo con mis opiniones y con lo que aquí expongo, no pasa nada. Seguramente tus razones sean tan buenas como las mías y es evidente que no nos convenceríamos aunque discutiéramos durante eones. No pasa nada, eso no es malo, justo al contrario. No obstante, como nota final dirigida a los defensores a ultranza del sistema d20, me voy a permitir dejar en el aire dos escuetas reflexiones al respecto para que vayáis dándole a la sesera:
1-¿Qué os parecería si todo juego de Rol que se publicara utilizara el mismo sistema de juego y que además, casualmente, ese sistema fuese uno que no os gustara nada de nada?
2-¿Alguien se ha preguntado por qué iniciativas amateurs de entusiastas roleros han adaptado sus proyectos a versiones más simplificadas y lógicas del sistema d20, y además han sido tan bien recibidas por parte de la afición? ¿Nadie se plantea por qué fenómenos rolísitcos como los de Aventuras en la Marca del Este o Embelyon se enmarcan en ese campo?
Nos leemos.
Creo que la entrada no está nada mal, pero amigo, ni el título es bueno ni todo lo que escribes argumentado.
ResponderEliminarComo puedes suponer por mi inicio yo defiendo el D20, y creo que lo que tu odias es la estrategia de ventas y marketing de WOTC,y en eso estoy contigo, y en lo de querer hacer que todos los juegos sean iguales.
Pero GURPS tb lo hace y otros sístemas genéricos, con el problema de que llegan a menos oídos por no tener la potencia comercial de WOTC.
Por último decir que no creo que D20 sea tn malo y espero un nuevo artículo donde expliques cuales son los problemas con los que te has encontrado ante este sistema, que creo que ya utilizaban otros juegos antes.
Venga nos vemos!!
Buenas. La cuestión sobre d20 es una opinión personal, de ahí el título. Al margen de la estrategia de ventas de Wizards (que no es santo de mi devoción, como tampoco lo es la de White Wolf y por ende, la de La Factoría en su momento); a mi y a mi grupo de juego, el sistema d20 no se adapta adecuadamente. Y hay tantas cosas que cambiariamos, que el resultado sería que el sistema acabaría siendo una sombra de lo que es. Ese esfuerzo no compensa y preferimos jugar a otras cosas.
ResponderEliminarPara mi d20 es un obstáculo, y los motivos son muchos y variados; y no consideré que fuera preciso diseccionar cada uno de esos aspectos en esta entrada del blog (sería una entrada más kilométrica de lo que ya es). La finalidad de la misma era reflejar que cuando algo en un juego no te gusta y resulta demasiado difícil corregirlo y adapatarlo, acabas abandonando el juego.
Me parece muy bien que te guste d20(a mucha gente debe gustarle). Pero no entiendo por qué afirmas que tengas que defenderlo, al fin y al cabo yo no le digo a nadie que no lo juegue. En todo caso, el sistema perfecto no existe, por lo que cada uno se acostumbra a lo que más le gusta, aceptando sus virtudes y sus defectos.
De todos modos, tu petición de una entrada mencionando los problemas que genera D20 me da pie para elaborar una en la que analice aspectos de los sistemas (no solo d20) que no me gustan. Oído cocina. ;)
Nos leemos.
Me encanta que te lo tomes así. Y no soy un defensor del sistema D20 a muerte, a mi me gustan la mayoría de sistemas y juegos y soy de los que ha jugado tan sólo 2 partidas a Vampiro y similares, aunque su transfondo me atrae no creo que ningún sistema sea ni mejor ni peor que otro, simplemente diferente.
ResponderEliminarYo siempre tengo esa charla con otros roleros o la de :¿sistema de niveles o sistema de habilidades (cthulhu, rune quest, etc)?
Espero ese articulo para como muy bien dices tu saber como juegan otros siempre enriquece!!
Buenas como no sabía como ponerme en contacto contigo te escribo aquí. Me gustaría tenerte en mi facebook, bueno en el de El Refugio del rol para añadirte a un grupo que quiere reunir a bloggeros-roleros de por aquí de vez en cuando para comer y hablar de rol y cosas así.
ResponderEliminarAsí que si tienes facebook dime bajo que nombre o agregame tu a: El refugio del rol.
Venga nos vemos!!
Buenas, te agradezco el ofrecimiento, pero hace tiempo que las redes sociales dejaron de interesarme, por lo que dejé de usar facebook y la cuenta la di de baja. Igualmente, muchas gracias por el ofrecimiento.
ResponderEliminarNos leemos.
Ignoraba que pudieran introducirse comentarios en las entradas; lo que uno aprende cuando se detiene a pulsar teclas!
ResponderEliminarCreo que no has hecho suficiente hincapié en el mayor defecto del que adolece el sistema d20. Como cualquier proyecto que pretenda traducir la aleatoriedad natural al papel, requiere introducir un elemento periférico: el factor azar. No podemos ser dioses todo el tiempo, por lo que dejamos que sean los dados los que realicen esta indigna labor. Y si ya de manera natural estamos obviando buena parte de la complejidad habitual en cualquier entorno, imagina encajarla en unidades percentiles.
Y ahora, con 1d20, engrosas esas probabilidades en paquetes de 5%. Es como realizar los acabados de una delicada talla con una brocha del cinco, a ojo buen cubero y tirando de aproximaciones cuantificables; casi nada.
Precisamente mi entrada en el mundo de rol fue hace unos 10 años gracias al sistema D20 y la incipiente 3ª Edición de D&D que bien nos ha brindado a mí y a mis jugadores un estupendo marco de iniciación a los juegos de rol (aunque puede haber mejores sistemas para empezar, todo sea dicho).
ResponderEliminarSigo mantiendo D&D como juego principal gracias a unos jugadores agradecidos (y taimados, que querían que les dirigiera) que me han comprado libros de ambientación de Reinos Olvidados (ambientación que es maravillosa, extensa y variada) han sido lo que ha mantenido la afición por D&D, el sistema hacía ya bastante tiempo que empezó a resultarme hosco y profundamente desequilibrante conforme avanzas en niveles (10 años de juego dan para mucho)... y en los que he visto necesario, como bien has dicho, cambiar y alterar ligeramente y constantemente para que siguiera siendo viable para nosotros (aunque sus quejas ha habido, eso siempre).
Por mi parte, con el tiempo, me he ido decantando por juegos con otro estilo y con otro sistema (Aquelarre o Alatriste han sido experiencias muy satisfactorias, Ánima fue un desastre pero motivaba la ambientación y se le puso empeño, Cthulhu, cuando ha sido bien dirigida... resulta terroríficamente divertida, y un largo etcétera).
Ciertamente, muchas veces me he sentido que estaba jugando a lo mismo (Sláine, Conan, StarWars...) con el sistema D20, y para muchos de mis jugadores ha resultado cómodo no tener que aprender reglas nuevas o cambiar "el chip" con cada nuevo juego de rol que jugábamos, eso está bien... pero, a veces era un tedio por las propias lacras del sistema en sí.
Sobre sistemas de juegos, claro está que no hay ninguno perfecto... la idea es intentar buscar alguno que se ajuste a los jugadores y su estilo de juego, a la partida en sí que quieras hacer (hay más propensos a las batallas, más propensos a la investigación) y las reglas de la casa, siempre sobre la mesa y ayudándote a hacer de la experiencia una delicia en la medida de lo posible.
Las experiencias "amateur" suelen resultar maravillosas alternativas normalmente porque intentan solucionar los errores de las mayorías, pues al fin y al cabo aquellos que nos quejamos solemos ser de lo mismo... y si algún sistema tiene un "error" tan obvio, hay alternativas de solución siempre.
Espero con ganas ese análisis de sistemas de juego, seguro que es la mar de interesante :-)
Aquí un lector que te visita de vez en cuando y lee con interés tus publicaciones. Un afectuoso saludo.
Saludos roleros,
ResponderEliminarBuscando ya no recuerdo que he acabado en esta entrada y al leer el título me han venido ganas de leerla. A pesar de que me inicié en el D20 con AD&D hace ya unos añitos, nunca acabó de engancharme, nos mantuvimos en la brecha con el Ad&d gracias a las ganas que le ponia Jordi (nuestro master) un ferviente seguidor del sistema. Más tarde caí atrapado por el sistema BRP de Chaossium (sistema D100 o porcentual) de manos de Cthulhu, RuneQuest y más tarde Aquelarre (que si bién tiene alguna diferencia en gran parte su base es el sistema Chaossium)
Ahí amigos, fué cuando quedé definitivamente atrapado por el rol hasta dia de hoy. Nunca me he negado a probar otros sistemas, he jugado bastante a Rolemaster por ejemplo que no tiene nada que ver con el D20 o el D100, ese a por su cuenta. El caso es que tras muchas, muchas horas de juego considero que el sistema D100 es a prueba de bombas y que está más que probado por muchos juegos, además para los que dirigimos como yo, hay una ingente cantidad de material que se puede adaptar a muchos juegos sin mucha dificultad. Yo por ejemplo gracias a que habia una base previa en sistema Chaossium he podido introducir con mucho exito cosas tan diferentes entre si como los predators o los aliens en el entorno de Aquelarre. (la cara que se les puso a mis jugadores cuando fueron conscientes a que se enfrentaban, y ellos con su armadura de placas y su espadita, je je)
Aun y después de lo dicho, confieso que ahora estamos jugando a D&D la version de la caja roja original (la de hace tropocientos años) que funciona en D20 y nos lo estamos pasando en grande...
En fin que al final, normalmente depende más del master que del sistema de juego. Y para gustos los colores.
Un saludo roleros
Albert Tarrés
AKELARREDVANCED - greatfrezzerspanishversion.blogspot.com - Otra forma de ver y vivir Aquelarre
Estoy de acuerdo con la mayoría de los puntos expuestos, pero no puedo dejar de ver que se equipara el sistema D20 al interlock del cyberpunk o al BRP (RQ, stormbringer/elric, la llamada de cthulhu, aquelarre...) sólo por el hecho de tirar un único dado. En todos estos sistemas, cuanto mejor eres más resultados te sirven. De hecho, en teoría en el D20 pasa lo mismo (salvo que las dificultades suben a la vez que tu subes de nivel y siempre vas a 15 o más :P).
ResponderEliminarA mí por lo que no me gusta el D20 es porque lo veo demasiado encarado al combate y a las partes más tácticas del juego, así como ser muy rígido para muchísimas cosas.
No obstante, el mayor problema ha sido la estrategia de Wizards contaminando el mercado y eliminando casi cualquier otra opción. Nunca les perdonaré el Conan D20. Nunca.
Amén a tu post, caballero.
ResponderEliminarAcerca de la licencia, no tomaron cuenta de su error anterior, es otra empresa la que está trabajando. Echaron a todos los diseñadores de la 3Edicion, TODOS. Hasbro compró WotC y planea hacer dinero. Hasbro es una empresa que vive de vender entretenimiento, la política de WotC se volvió ahora más agresiva.
ResponderEliminarEl sistema de Dungeons&Dragons en cada edición que tuvo apunta a una sola cosa. Combate, acción. Un mago nivel 15 tiene un entrenamiento con armas cuerpo a cuerpo mayor que un guerrero nivel 3. ¿Porqué? Porque en D&D el combate es el centro.
No olvidemos que D&D salió directamente de los wargames. No podemos condenar un juego de rol solo porque no se puede adaptar bien a un género de drama o investigación. Hay que juzgarlo por lo que es. Sería como juzgar una película porno por su trama, algo totalmente ridículo.
ES MAS, el ÚNICO sistema que le hace justicia a los juegos de investigación en mi opinión es Gumshoe.
Siempre se habla del sueño bohemio de que un juego de rol es mejor cuando casi no se realizan tiradas. Yo pensaba así en un momento. Un juego de rol, PRIMERO es un juego y LUEGO, a modo de detalle, es de rol. La realidad es que, a pesar de que amo los sistemas sin dados, este juego necesita los dados para jugar, no para rolear.
Fue grandiosa que la licencia de 3E sea gratis, lamentablemente hay gente que no supo adaptar el sistema, lo tomaron así como así, pusieron un sistema que se dedica a explorar Calabozos en busca de Dragones que matar, y eso fue un error.
Pero no fue un error del sistema d20, fue un error de los diseñadores independientes.
Hay gente que prefiere calidad sobre la cantidad, y están muy equivocados al pensar así. La calidad no viene sola, es necesario explotar al máximo la cantidad para encontrar las joyas ocultas. Traer a todo el mundo a aportar su pequeño granito, eso es lo que hizo que Pathfinder se encuentre a la altura de Dungeons&Dragons tan rápido. Si te dedicas a leer sus suplementos, su política de desarrollo abierto de libros a todo el mundo, crea suplementos que aunque no vayas a dirigir Pathfinder son útiles.
Existe excelente material que jamás hubiera sido publicado de no ser por la facilidad del sistema d20, no hablo de juegos con el sistema, simplemente de la ambientación. Yo dirijo Reinos de Hierro con el sistema de Canción de Hielo y Fuego (d6), porque me enamoré de ese mundo.
Acerca de la creación de Pathfinder, La Llamada de Cthulhu d20 y etc, de verdad que lo tienes mal.
Cthulhu d20 tiene una transformación del sistema que lo aleja bastante del estilo de D&D, pero no le hace justicia al juego de investigación (pero le pega más cerca que el sistema de Chaosium).
Por otro lado, Pathfinder RPG es donde convergieron todos los diseñadores de d20 3ra Edición luego del éxodo de WotC. Cuando Hasbro renovó la empresa para crear D&D4E, cada diseñador continuó el desarrollo del sistema por su parte y poco a poco fueron reuniendose en el producto de Paizo Publishing. Pathfinder no solo es el heredero directo de 3.5, si no que tuvo un desarrollo abierto a todo el mundo, con descargas gratuitas y aceptación de críticas sobre lo que necesitaba ese juego. Te recuerdo que este juego se trata de limpiar cavernas de monstruos (el tesoro es opcional).
Finalmente, como iniciado en el rol por una master de Vampiro la Mascarada, aficionado de los juegos indie y anti, me parece que tu odio se debe a una experiencia de empalagamiento con el sistema d20 más que un odio hacia el sistema. Yo creo que cada juego debería tener su juego aparte, pero no por ello impediría que un niño publique su juego con un sistema ya existente, es posible que otra empresa lo contrate para re-desarrollar su juego y convertirlo en una genialidad.
ResponderEliminarComo ejemplos de joyas ocultas en el boom del d20, te recomiendo que observes:
-The Secret Fire
-Pathfinder Gamemastery Guide (muy buena para cualquier juego)
-Big Eyes Small Mouths d20
-Midnight 2nd Edition
-Star Wars Saga (a pesar de que es un beta test de 4E es tan bueno como el de 2d6)
-A Magical Medieval Society: Western Europe Second Edition Softback
-Iron Kingdoms Volumen I y II
-Pathfinder
-Stone to Steel
-Blue Rose
-Mutants&Masterminds 3E
-Monte Cook's World of Darkness
Soy un viejo perro, y además, en esto del rol, también soy un retrogrado formidable. El primer juego que tuve en mis manos fue un "Mechwarrior" allá por finales de los años ochenta pero de los que realmente me enamoré (en parte gracias a grandes DJs) fué de la inmortal "Llamada de Cthulhu" y del "Stormbringer", aquellos sistemas D100 me hicieron pasar muy gratos momentos con viejos amigos y estoy totalmente a favor de este tipo de sistemas. No los cambio por nada, de hecho ando ultimamente quemándome las cejas creando un juego de rol basado en este sistema, aunque está en estado embrionario y aún estoy recopilando ideas.
ResponderEliminarD100 Power, sin duda...
¡¡¡CAMPEONES DE EUROPA OTRA VEEEZ!!!
pablomiguelez@mixmail.com
Una opinión bien escrita y argumentada.Gracias a unos amigos llevo ya unos 7 años lanzando dados,pasandolo bien y viviendo experiencias únicas y la verdad D20 no me disgusta lo que menos trago es el puto sistema de subida por niveles que hace que todos los pesonajes que te hagas sean clones lo único que te diferencia de los demás es el arma en que te especializas, es decir hacerse un guerrero con vivencia y acumulación de conocimientos es inviable porque recibes 2+modificador inteligencia puntos de habilidad y asi todos los guerreros son bordelines,los paldines tambien y asi sucesivamente.
ResponderEliminarRespecto a esa gente que intenta acumular mas bonos que nadie con combinaciones imposibles,forzadas y que qudan narrativamente mal simplemente no los trago.La historia y el transfondo de lso personakes,partida,etc esta por encima de eso y hasta que no se acepta ese hecho y disfrutas interpretando un papel no has juagdo al rol de verdad.
Saludos a todos los roleros que pasen por aqui.
La 4ª Edicion de D&D ha sido un fracaso absoluto, ya que convierte un juego de rol en uno parecido al wow (parece que las habilidades tengan delay y todo) y por eso ahora van a sacar una edición nueva, que tiene todo lo bueno de la 3.5 que es y será uno de los mejores sistemas a mi parecer.
ResponderEliminarHe dicho.
El sistema d20 es simplemente malo. Quita todo el realismo a un juego, personalizar un personaje es prácticamente imposible, las clases son restrictivas, la limitación de habilidades por clase es estúpida, las dotes no son suficientes ni lo suficientemente buenas con algunas excepciones y el roleo brilla por su ausencia porque el mismo sistema no da pie a rolear. Se puede hacer, claro, pero el personaje está definido en base a un alineamiento muy abstracto y que si se pone a prueba se rompe y la personalidad de cada personaje es la del jugador mismo, a no ser que uno pase unas horas creando un personaje con una historia y una personalidad que posiblemente no se usaran.
ResponderEliminarNo lo odio, pero prefiero cualquier otro juego a un juego con sistema d20.